Se define como suplementos alimenticios a los “productos a base de hierbas, extractos vegetales, alimentos tradicionales, deshidratados o concentrados de frutas, adicionados o no, de vitaminas o minerales, que se puedan presentar en forma farmacéutica y cuya finalidad de uso sea incrementar la ingesta dietética total, complementarla o suplir algún componente”.
Los vegetarianos estrictos (aquellos que no comen ningún producto animal ("vegans")
Las mujeres que están embarazadas o que están buscando quedar embarazadas
Mujeres que están lactando
Las mujeres que tienen períodos menstruales fuertes
Las mujeres que han pasado por la menopausia
Las personas que han sido sometidas a una cirugía de derivación gástrica ("gastric bypass surgery" con el objeto de bajar de peso.
Las personas que tienen una afección médica que afecta la manera como el cuerpo digiere los alimentos; por ejemplo una enfermedad gastrointestinal, intolerancia a la lactosa o alergias a los alimentos.
Las personas que tienen enfermedades del estómago, hígado, páncreas o de la vesícula biliar.
Dependiendo de su estado de salud en general, y de las vitaminas o minerales que hacen falta en su dieta, su médico puede sugerirle un suplemento.
Principalmente se recomienda a personas que no comen una variedad de alimentos sanos, tales como frutas, vegetales (verduras), carnes magras, pescado entre otras, ya que es posible no estar obteniendo todos los oligoelementos que su cuerpo requiere. Un multivitamínico o un suplemento es lo más recomendable. Otras personas que podrían beneficiarse de tomar un suplemento alimenticio son: